Carmen Tórtola Valencia (Sevilla 1882 – Barcelona 1955)

De padre catalán y madre andaluza, Carmen Tórtola Valencia (1882-1955)  más conocida con el nombre artístico de la Tórtola. emigró a Londres con tan solo tres años de edad. De origen misterioso – hay quienes especulan que era una bastarda de la familia real española o hija de un noble inglés – desarrolló un estilo propio de danza donde buscaba expresar la emoción y el movimiento muy deudor de la técnica de la también bailarina Isadora Duncan. 

Carmen-Tortola-ValenciaEspecialista en danzas orientales (sobre todo árabes, africanas e indias) Carmen Tórtola las reinterpretó a su modo investigando en bibliotecas y ahondando en estudios etnográficos, introduciendo lo antropológico en la propia expresión corporal. Su orientación estética anteponía la sensualidad del cuerpo femenino, elevando la danza moderna, anteriormente desprestigiada, a la categoría de vanguardia artística. A pesar de que la prensa de la época se empeñaba en hablar de sus conquistas amatorias, sus dotes como bailarina no tardaron en llegar a oídos de los artistas más renombrados del momento hasta propagarse por incontables países, llegando a actuar en su debut en el Gaity Theatre de Londres en el año 1908 como parte del espectáculo Habana. A partir de ese momento, fueron muchos los lugares en los que actuó: Múnich, París, Nüremberg, Copenague – donde la invitaron a unirse a la compañía Cirkus Varieté – Atenas, Moscú o Nueva Delhi. Así como una gira que la llevaría a países latinoamericanos como Brasil, Chile, El Salvador, Panamá o la República Dominicana entre otros. En España actuó por primera vez en el Teatro Romea de Madrid en 1911. No tardó, en el año 1915, en dar el salto a la gran pantalla en películas como Pasionaria y Pacto de lágrimas (ambas dirigidas por Joan María Cordina) y a la publicidad como la imagen del perfume «Maja» de la conocida casa de cosméticos Myrugia. 

 

A pesar de sus numerosos éxitos, Carmen Tórtola también fue percibida por los medios más conservadores españoles como una seria amenaza para los valores tradicionales de la mujer. Su independencia, su actitud en consonancia con el movimiento de liberación de la mujer – muy en la órbita de Virginia Woolf o de la propia Isadora Duncan – o su bisexualidad le granjearon muchos apoyos pero también incontables detractores. Así mismo, Carmen  Tórtola fue vegetariana, budista – religión que adoptó en los últimos años de su vida – estaba en contra del uso del corsé en la danza, era una gran coleccionista de arte y una republicana convencida. Actualmente se conservan en la Biblioteca de Cataluña y en el Museo de Artes Escénicas del Instituto del Teatro de Barcelona su fondo de partituras, 246 cuadros, carteles, fotografías, recortes de prensa, postales, programas de mano, su extensa correspondencia y 122 piezas de indumentaria que usaba en sus espectáculos.

OBRA:

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