Maria Cambrils Sendra (1878-1939)

¿Puede una mujer de finales del siglo IX de formación autodidacta convertirse en escritora y llegar a la élite intelectual de la clase obrera? La respuesta se halla en la figura de María Cambrils.

Nace en el Cabanyal (València) en 1878, siendo hija de unos emigrantes de Pego (Alacant). Sus humildes orígenes no impidieron a Maria formarse aunque fuese de forma autodidacta. Se casó muy pronto con José Martínez Dols y tras enviudar empezó una “etapa conventual” como ella describe y como demuestra la solvencia de sus escritos religiosos. 

Se desconoce cómo se produjo el giro radical con el que pasó de monja a socialista y feminista pero parece ser que en sus escritos, explica que fueron las lecturas y charlas con una vecina en València las que le abrieron los ojos “hacia la doctrina de la redención proletaria y el papel que las mujeres habían de tener en ella”.

En 1933 se trasladó, por motivos de salud, a Pego con su pareja el socialista José Alarcón Herrero. José Alarcón fue fusilado al año de acabar la guerra civil y Maria fue atendida por sus sobrinas durante su enfermedad (diabetes). Falleció el 22 de diciembre de 1939 y sepultada en una fosa sin nombre y sin lápida.

El conocimiento de los aspectos biográficos de María Cambrils es reciente. La única fotografía que se conoce de ella, fue publicada por primera vez en 2004 por Elvira Cambrils. Incluso, se llegó a pensar que María Cambrils era el pseudónimo de un hombre hasta que se lograron testimonios de supervivientes que ofrecieron datos concretos de la autora. En abril de 2015 la Universidad de Valencia publicó una monografía titulada María Cambrils, el despertar del feminismo socialista, en la que se recoge su biografía, su libro Feminismo Socialista y más de un centenar de artículos publicados entre 1924 y 1933 procedentes de diversos medios. El trabajo fue realizado por la periodista Rosa Solbes, la historiadora Ana Aguado y el archivero Joan Miguel Almela con prólogo de Carmen Alborch. 

ESCRITORA, SOCIALISTA Y ACTIVISTA FEMINISTA:

Entre 1924 y 1933 escribió centenares de artículos en diferentes medios (nunca retribuidos) principalmente en El Socialista, medio en el que prácticamente fue la única mujer que colaboraba con asiduidad, publicando sus artículos junto a las firmas del propio fundador Pablo Iglesias, Julian Besteiro, Andrés Saborit, Indalecio Prieto o Largo Caballero. También colaboró con El Pueblo, El obrero de Elche, Revista Popular, El Obrero Balear, El Popular, Mundo Obrero y la La Voz del Trabajo.

En sus escritos destaca  la necesidad de la acción feminista, describiendo la situación de las mujeres y proclamando sus derechos. A su vez, también fue crítica ante la misoginia de diferentes sectores socialistas.

En 1925 escribió Feminismo socialista, libro en el que plasma su ideología.  Prologado por Clara Campoamor, es un texto con gran repercusión que historiadoras consideran fundamental en la evolución del feminismo de izquierdas, y una de las primeras obras publicadas en castellano sobre la íntima relación entre ambos conceptos, donde trata de un feminismo de clase comprometido con la época de la España del primer tercio del siglo XX. Una modesta edición sufragada por ella misma y dedicada a Pablo Iglesias, a quien se refería como “venerable maestro” y cuya recaudación destinaba a la imprenta propia de El Socialista. 

Maria Cambrils representó un punto de inflexión clave en la formulación de los planteamientos igualitarios y feministas en el seno del socialismo del primer tercio del siglo XX en España, según investigadores de la Universidad de Valencia. En sus textos defiende la imprescindible vinculación del socialismo con el feminismo y cuestiona el papel de la iglesia, una institución que considera nada conserva del espíritu compasivo del defensor de los más débiles. Son también temas habituales el voto femenino, la enseñanza, la maternidad, la investigación de la paternidad, el feudalismo agrícola, el antifeminismo disfrazado, el divorcio, los avances y los problemas de las mujeres en otros lugares del mundo y la organización femenina. También se enfrenta a la misoginia obrera, reprocha el que muchos de sus compañeros no se hayan preocupado por la igualdad y la formación de sus parejas e hijas y denuncia el que no luchen por el sufragio.